jueves, 15 de noviembre de 2012

Crimson thread por Olga_K


Autora: olga_K
Fic: Crimson thread
Categoria: slash
Género: drama, romance
Rating: T
Pairing: Bill/Tom
Advertencias: twincest
Capítulos: 1
Finalizado: Sí
Resumen:  Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper.



Desde el momento en que ambos tuvieron uso de razón, hubo una fuerza supernatural que los mantenía siempre juntos, y hacía que existiera una atracción que no tenía explicación entre ellos dos.
El resto del mundo se lo atribuía al hecho de que eran gemelos, pero ellos no sabían si era por eso o por algo más. Pero de algo estaban completamente seguros, y eso era que desde siempre los dos habían estado unidos por un fino hilo rojo que se tensaba cuando se separaban, pero que jamás se reventaba.
—¿Estás bien? —preguntó Bill, quizás podría parecer el más frágil y el más necesitado de afecto, pero tras puertas cerradas, Tom se permitía actuar humanamente, y se derrumbaba cuando la presión podía más.
Un asentimiento.
Con la cabeza gacha y los ojos nublados por lágrimas que no permitía caer, sus dedos jugueteaban con ese hilito rojo que le había seguido toda su vida.
Era delgado, como un hilo común y corriente, pero tan resistente, que ni kilómetros de distancia lo hacían reventarse.
—Estoy cansado.
Su respuesta corta, sonó demasiado abrupta a los oídos de Bill, pero no se permitió sentirse ofendido, porque comprendía perfectamente bien la situación.
Entre ellos dos existía un vínculo emocional muy fuerte, y ese lazo los ataba a uno con el otro de por vida.
Habían intentado reventarlo, amar a otros y simplemente por mucho que lo tensaban, lo único que conseguían era que volvieran a colisionar, con más fuerza que al principio.
En ese momento, Tom estaba destrozado porque Bill había tenido sexo con alguien más.
—Tú me lo pediste —murmuró con voz suave el cantante—. Sabes que yo no quería hacerlo, pero…
—Continuar con esto sólo va a conseguir volvernos locos —admitió y se frotó con fuerza los ojos, estaba molesto consigo mismo por llorar, por permitirse mostrarse tan débil ante su hermano—. Y no continuarlo hace exactamente lo mismo.
Así era.


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